LA CELSA
En los años cincuenta, el Pozo del Tío Raimundo, en el distrito de Vallecas, es un barrio de chabolas levantado a golpe de inmigración. La necesidad no deja de atraer nuevos vecinos y la policía presiona para detener el crecimiento, de modo que algunas familias se desplazan a la antigua fábrica de cerámica CELSA. Allí, junto a su valla levantan lo que con el tiempo se convertirá en uno de los principales barrios chabolistas de Madrid.
El Barrio de infraviviendas prospera y en los sesenta, las chabolas desocupadas que dejan familias realojadas en la U.V.A de Villaverde son ocupadas por familias gitanas. En 1968, las últimas familias payas que quedan se trasladan al poblado de La Alegría en el Pozo del Tío Raimundo.
En 1970, las inundaciones que destruyen parte del barrio dejan sin lo que ya es un hogar a 38 familias que son realojadas en la Colonia Manuel Jiménez frente a la Celsa.
En los años ochenta la Dirección General de Arquitectura y Vivienda, realoja a otras 80 familias en la Unidad Vecinal 5 de Entrevías y en 1986 se crea el Consorcio de Población Marginada para censar a la población y evitar el fraude al otorgar viviendas públicas. El número de familias, que es de 176, crece en unos años hasta las 228.
En 1994 los reyes visitan el barrio y en diciembre de 1995 la Promotora de Viviendas de la Comunidad de Madrid construye 96 viviendas y una escuela infantil y las entrega al Consorcio de Población Marginada.
En esas 96 viviendas de tres tipos, se realoja a los vecinos censados y que reunen los requisitos legales (rentas mínimas, unidad familiar y no tener vivienda propia ni de protección oficial, pero esta concentración termina creando un gheto de pobreza, exclusión social y droga en el barrio.
En junio de 1999 comienzan los derribos de las viviendas, finalizándose en diciembre de 2000 y poniendo fin a la historia del barrio. En el terreno que ocupó se construye el Centro Integrado de Formación Profesional Profesor Raúl Vázquez.
Este es mi testimonio fotográfico en 1988.